Con alas desplegadas y el mundo en las plumas creí recibir mi pasaporte al futuro…
Comencé el vuelo altiva,
di con campanarios
dejé grabados, a la intemperie,
nombres e ilusiones.
Descubrí que mi pasaporte
era sólo un papel arrugado
cuando soplaron vientos helados
y muchos de los nombres fueron borrados.
Replegada
incursioné en nuevos desafíos…
En caminos sin huellas,
con la voz de La Negra
el Teatro Abierto de par en par,
y mi cuerpo vibrando,
con la certeza de los no abatidos,
inventé nuevamente la vida
en los reencuentros
con afectos suspendidos.
Los blancos pañuelos me Resistieron,
me caminaron en la Plaza
me regresaron con las primeras brisas de libertad.
En las calles nuevamente
reclamé por justicia y el Nunca Más.
Pregunté qué habían hecho con ellos,
los que quedaron en las campanas
y las flores deshojadas en el Atlántico Sur.
Opté por el medio vaso lleno,
“Ellas” me lo señalaron,
levanté sus banderas.
En la supuesta primavera enfrenté
puntos finales
protegiendo
a quien no debía obediencias
y nauseabundos pactos…
No comí pizza
ni bebí champagne
cuando me entregaron hasta el alma.
Sin vuelta atrás posible,
y el abismo adelante
enfrenté
la decadencia del país que se hundía.
Recibí a los sin nombre
los invisibles,
los que atrasaban hasta en el estómago.
Sin pudor,
me mostraron muertes absurdas
de muchos ignorados
mientras las hélices ascendían
al celeste pintado de rojo
con la sangre de mis hermanos.
Después del vértigo,
y otra vez de luto por vidas sesgadas
que desde Avellaneda
con ojos de niño
aún me miraban
a través de alguna cámara…
Porque la partida…
Porque la partida fue filmada…
Después del vértigo,
digo,
escuché nuevamente hablar de ideales…
Ahora,
en otoño con pleno sol,
sin pinturas ni adornos,
abandonados en el más atrás,
veo brotar mis azaleas,
estallar las rosas multicolores,
talladas sobre espinas,
tras las rejas que,
celosamente me protegen
de los avatares de la vida...
Con respiración profunda
y mirada altiva
con las nuevas flores
compartiendo caminos,
buscando las huellas
en las campanas perdidas,
con perfume de otoño
y sangre encendida
por las calles pobladas
continúo caminando mi vida.
Conto Poético: O RETORNO
Hace 19 minutos
¡¡Bravo!!Es la la entrada poética del año!!
ResponderEliminarAplausos,vivas y sombreros al aire!!
Estoy con Moscón. Maravilloso Hilda!
ResponderEliminar"Vamos subiendo la cuesta que arriba mi calle se vistió de fiesta..." palabras muy aplicables a nuestra realidad presente, no?? Hilda en pocas líneas unas pinceladas que nos muestran tanto pesar y sufrimiento, vivamos hoy, amigos, festejemos!! Beso Isa
ResponderEliminarGracias Moscón,Daniel, Isa... En realidad es un balance generacional (al menos de nosotxs)
ResponderEliminarAbrazo
Tu maravillosa pluma engalana esta poètica reseña històrica....
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte!
¿Para qué las rejas?, desmontalas, si ya las dejaste atrás hace tiempo, vendelas a un herrero o tiralas a un costado para que se oxiden lentamente, no mires para atrás que da vértigo, mirá para adelante. Me encanta tu jardín florido no necesita protección o mejor dicho la mejor protección disponible es seguir adelante cantando y riendo.
ResponderEliminarGracias Sibaris. Un abrazo gigante
ResponderEliminarUy profe, las rejas... Fue un tema!!!! Cuando enrejé mi casa, después del segundo robo -en época segura, 1978/1979- no podía dormir, me soñaba "en jaula", "explotaba mi cocina" y no podía salir!!! en fin... fue difícil je... (mi psiquis es difícil jaja)
ResponderEliminarMi jardín... mi jardín es hermoso... Ya tendré "pasto" para escribir con este tema...
¿Cantar? Si canto se secan las plantas...
Coincido con el primer envio, es la entrega del año. Mucha belleza en esa prosa. "La tribu de mi calle", supo decir Solari en una de sus filosofias hecha cancion. Hablando de rejas, "Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja"(paco urondo). Saludos Hilda
ResponderEliminarPD. Con respecto a si obtuve los resultados en la univ, debo decir qe si. Para satisfaccion maternal y personal tamb ja.
Saludos Hilda.
Gracias Residente.
ResponderEliminarNo soy de las personas que viven obsesionadas con "la seguridad", sé que la reja es sólo un límite y, apenas "una dificultad más"... Que si quieren, pueden siempre... Pero también es una moda... ¿Te imaginás una casa con jardín en el frente sin rejas?... simplemente no...
Conozco lo de Paco ¡una belleza!!!
Con respecto a tu PD, primero te felicito y después te cuento (en secreto) que una madre tiene más satisfacción con el logro de los hijos que con los propios... se disfrutan doble... Una siente verdaderos deseos de verlos "bien" en gustos, afectos, trabajos, profesión... En cada materia rendida hay tantas "cosas" puestas!!!...
Un abrazo
Qué duro, recuerdo haber gastado mucha suela caminando por Av. De mayo. Con que entusiasmo recorrí tomada de la bandera que en esos momentos era las más larga y compartiendo con muchos que soñabamos un país diferente. Me duele mucho ver familias y jóvenes durmiento en la calle pero a pesar de todo sigo soñando. Abrazo Estela
ResponderEliminarYo nunca mido las banderas, muchas veces me tocó marchar con "la chiquitita" y mi "zapatero remendón" feliz por tener trabajo... (je ironía Estela, ironía)
ResponderEliminarCómo me duele los que viven en la intemperie!!!
Besos grandes
Que bueno que tus caminos te llevaron a construir
ResponderEliminarcon un poema lo que muchos vivimos, solo que vos tenés la magia de volar como los pájaros... No te encierres detrás de rejas, naciste para ser libre.
Hola Roberto, son palabras que trato de hilvanar dándoles algún sentido....
ResponderEliminar¿Volar cómo los pájaros? sólo un poco, cuando no ando de "ala quebrada"...
Nacemos para... y somos formateados para...
Tremendo, Hilda. Poéticamente intenso y conmovedor. Simplemente gracias.-
ResponderEliminarGracias Tango, un gusto verte por aquí.
ResponderEliminarGracias a vos por pasar.