Acá estoy,
dócil,
inerte,
sin voz…
Triturando mi noche…
Queriendo soñar
tu mirada en mis ojos.
Amaneciendo
como trémula escultura,
a orillas del mar,
besando la arena,
imaginando tu sombra…
Imagen: Mujer junto al mar
Manuel Baeza
Conto Poético: O RETORNO
Hace 16 minutos
Maravilloso... "como trémula escultura a orillas del mar", imposible no imaginar la composición de tu poema.
ResponderEliminarME VINO A LA MEMORIA, UN CAMPAMENTO FAMILIAR EN MAR AZUL.
ResponderEliminarME RESULTABA IMPOSIBLE DORMIR EN LA CARPA, Y ME FUI A LA ORILLA DEL MAR COMO A LAS CUATREO DE LA MAÑANA. UNA CAMPERA Y UNA MANTA ENVOLVIÉNDOME Y LA INMENSIDAD DEL MAR, CON SUS OLAS.
PERMANECÍ ALLÍ HASTA QUE EL SOL INTERRUMPIÓ MI ORACIÓN Y MIS MEDITACIONES MOSTRÁNDOSE TAN HERMOSO COMO ES Y EN TODO SU ESPLENDOR.
EL CUADRO QUE PUSISTE CON TU RELATO ME HIZO REMEMORAR AQUÉ ENCUENTRO CON EL.
GRACIAS HILDA.
FELICIDADES A VOS, LOS TUYOS Y TODOS LOS QUE TE SIGUEN EN ESTA HERMOSURA DE TUS POEMAS.
PERDON POR LOS ERRORES:
ResponderEliminarCUATREO POR CUATRO
AQUÉ POR AQUEL
Hermoso tu poema, Hilda!!! Y preciosos los mensajes que te han dejado... Más quisiera yo despertar ese tipo de reflexiones... Te dejo un abrazo enorme!
ResponderEliminar¿A quien soñás Hilda,a quien exrañás?
ResponderEliminar¿Porqué tan dócil,como regalada y con la súplica muda?
Gracias Roberto, la inmensidad del mar atrae y hace soñar... A la vez que uno se ve y siente insignificante...
ResponderEliminarGracias Claudio... Te veo liberándote de "tu tropa" con tu campera y manta... Seguro también llevaste una gorrita o el "sombrero marinero"... Besos para vos y tu gente, abracito a los pichones.
ResponderEliminarGracias Ester Lina, por tu visita y tus palabras... Un gusto "verte" por acá. Abrazo grande
ResponderEliminarMoscón, estas palabras, hilvanadas así, a la deriva, se me ocurrieron cuando miré esta pintura... Me transmitió esa sensación...
ResponderEliminarA veces hablamos de proyección, etc. entonces, me dejás pensando...
Si se trata de extrañar, yo, Hilda, tengo un amor edípico que aflora siempre, a pesar de los años transcurridos sin él, o justamente por eso... Porque a pesar del tiempo, lo necesito como nunca...
Qué es lo que extraño, no tengo reparos en contarlo: Iba a buscar a mi viejo al trabajo, tomábamos un café en un boliche cualquiera y nos íbamos a caminar por San Telmo... Esa era "mi fiesta"... Ahí no tenía interferencias, nadie más entraba... hace 20 años que San Telmo, es "mi camino salteado"...
Pero no sé si pensé eso... Sólo te respondo qué es lo que extraño...
Un abrazo y gracias por "mi recuerdo" que es super dulce
Muy hermoso tu poema Hilda y también muy bello el vínculo con la pintura que elegiste y que te eligió para agregarle a la imagen palabras, que le dan una dimensión nueva a su existencia bidimensional. Te admiro por eso. Me llevó a pensar en una palabra: Melancolía. hermosa palabra que nada tiene en sí de malo, el recuerdo además de triste puede ser dulce. Su color es siempre el azul. También me gusta cuando te ponés alegre, entusiasta, solar, como te sucede con los discursos de Cristina, por ejemplo, pero tenés a esa otra Hilda azul que te mete el miedo de que esa alegría se corte. a veces hay que mandarla a callarse, no siempre es oportuna o bienvenida. Un abrazo.
ResponderEliminarYo se Hilda,que no entender la metáfora puede a sonar a estrechez mental,y a veces puede sonar como una falta de respeto.
ResponderEliminarNo es este el caso.
Tus letras me transportaron,pero el lugar de uno en estos casos es prët A portër,y me llevaste a lugares a hacer turismo emocional;entonces quise asegurarme de entender lo que entiendo.
Es ese chirlito en el alma para que respire.
De Corazón Un Abrazo
Mucha nostalgia masticada, Hilda.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Profe.
ResponderEliminarSucede que al ver una pintura se me ocurren cosas... Me gusta mucho la plástica, si bien soy analfabeta en la materia, entonces suelo googlear sólo para “descubrir” alguna obra que me diga algo…
(alguna vez se me ocurren palabras y busco imagen para “completar”)…
Según el día, “engancho” con unas u otras…
Con respecto a los colores, soy bastante “azul”… a veces roja, jamás amarilla (jeje) e intento no ser violeta…
Creo que aquí está explicado (no sé poner enlaces por eso anoto el link)
http://hilda-hildamendoza.blogspot.com/2011/04/mi-veneciana.html
Abrazo
Moscón, creo que lo importante es “donde te lleve”… Si “te lleva” hay sentimiento, el tuyo, que aflora… Sentir hace bien, aunque seguro a vos te enseñaron que “los hombres no lloran”… pura mentira…
ResponderEliminar¿ La metáfora?... ¿Sirve?...
No siempre uno sabe en que pensaba alguien cuando lees su producción…
En este caso fue: imagen, palabras… Buceando, se me ocurrió explicación… Pero fue por tus preguntas sino, no sé si se me hubiese ocurrido… Gracias
Un abrazo
Daniel, sí, muy masticado… Tanto que perdí “La pieza 34” y está registrado en un relato jeje. Abrazo
ResponderEliminarSi, uno busca en el mar, mira, escucha, piensa, se estremece, añora.... disfruta, me parece qué mas en soledad que en compañía!!!! será esta etapa de mi vida en la que estoy más reflexiva?? y disfruto de mis ratos a solas conmigo?? Beso Isa
ResponderEliminarIsaaaaaaaaaaaa!!! yo también disfruto de estar conmigo!! siempre digo: Tengo tanto ruido adentro que para qué quiero el de afuera!!!
ResponderEliminarUn abrazote
Volas mucho Hilda. Mucha imaginacion y de la buena. Qe agradable experimentar cuando se sienten emociones gratas, amables a uno.
ResponderEliminarPd. Ahora me reincorporo a blogger, estuve muy ajustado en la univ (con trab finales y demas yerbas).
Saludos Hilda-
Resi!!!!! te extrañé!!!! Estuviste ajustado, lo entiendo perfectamente... ¿Tuviste los resultados que esperabas?
ResponderEliminarUn abrazo
Una belleza, me imagino contemplando el mar. Ese mar tan dinámico, que modifica permanentemente el paisaje y el sonido por efecto de las olas y en el que siempre me siento tan pequeña.
ResponderEliminarMuy lindo Estela Z
Sentada en la arena, mirando el horizonte...
ResponderEliminarAbrazos