Ahí están...
Los dueños del poder...
Dueños de vidas y sueños...
De Tierras y Dioses.
Se apropian
de la fuerza de los hombres...
De sus mujeres...
De sus niñas...
Los dueños del poder
no faltan a misa...
Invierten en el mercado...
Fabrican armas
para controlar la paz...
Viajan en lujosos automóviles...
Sus diseños textiles son exclusivos...
Sus mujeres
abortan en clínicas asépticas...
“Sus negritas”
en inmundas pocilgas con comadronas.
Sus hijos
concurren a Universidades privadas.
Sus bastardos
engrosan el ejército esclavo.
Los dueños del poder
se reúnen.
Brindan.
Se saludan.
Los más,
los pobres
generados por su insolencia,
acumulan violencia...
Llenan las cárceles...
Mueren sin medicina...
Sin escuela...
Pero piensan...
Piensan qué hermoso sería
ver jugar a sus niños...
Poder poseer a sus mujeres...
Y se les escapa un sueño:
Si vivieran en un mundo de iguales,
de fronteras abiertas,
de solidaridad plena...
En sus bocas desdentadas
se insinúa una sonrisa.
Sus ojos adquieren brillo...
Los dueños del poder
saben perfectamente
que el pobrerío
no debe pensar.
28/12/12
Imagen: Antonio Berni