jueves, 30 de junio de 2011

Mañanitas de junio


Fines de junio.
El frío helado de la madrugada me recibe con los brazos abiertos. Rechazo el abrazo de un empellón.
El cielo aún añil... Se hiela mi cara... Levanto la capucha de mi campera y echo a andar... Empiezo temprano... Mis dedos enfundados pierden movilidad... Miro el suelo... Vienen hacia mí otros pies... Las piernas que se cruzan en mi camino terminan en las rodillas... No tienen cuerpo, ni cabeza, ni cara, ni nada... Caminan rápido... Yo, de cabeza gacha...
Elejí mi vestuario con cuidado. Hoy, negro es mi color... Precisaba un toque cálido, tomé mi pañuelo árabe negro con finas líneas rojas... Disimula mi palidez de la mañana, palidez de cara sin maquillaje, sin pintura, con frío. Frío de la mañana...
Ya en la calle, con campera, jeans chupines negros, botas, dedos enfundados y mi eterna mochila miro la soledad de la noche que no es noche. Es día. Aclarará el cielo, se borrarán las estrellas y, ahí podré saber si es buen día o mal día.
No me gusta entregar mi alba, me pertenece. Es el lugar de mis sueños. ¿Qué sueños?... No hay caminantes admirando los pájaros, hay trabajadores corriendo a destinos inciertos. Mi cara delata mi no gusto. ¿Qué delata? Si me la tapa el cuello de la campera.
No me gusta entregar mi alba... Nadie me ve, algunos me miran. ¿Seré un par de pies con botas? ¿Terminaré en la cintura? ¿Seré yo?...
El plátano sin hojas me ve caminar por la plaza desierta. Mi plaza, esa donde aún las palomas se desperezan mientras los zorzales ya comienzan su algarabía. Sé que en las palmeras están las cotorras, no sé dónde anidan los gorriones... En verano se llena de moras... Plaza de mi barrio...
Sola de toda soledad, con el corazón abolladito ando por ahí entregando mi alba, cuando mi deseo es estar en un nido cálido, mirando a los ojos... ¿Qué ojos?... Estoy en la calle, se me hiela la espalda...
Se apagan las primeras luces de los faroles para dejar paso a un leve azul en el cielo que anuncia un buen día que será repetido en cada saludo sin ver. Buen día... Hasta que me llene y toda yo sea buen día... Porque estoy llegando al nuevo día... Llegué que no es poco... Ahora debo justificarlo. Debo descubrir por qué, el de hoy, vale la pena ser vivido... Porque todos los días valen la pena aunque el beso ausente huya a lugares extraños... Encontraré motivos en los pequeños gestos, en las miradas, las sonrisas cómplices de mis amigos, las bromas de mis compañeros...
Porque estoy convencida que entregar el alba, no es entregar la vida. Mi vida la construyo despacito, día a día y tiene muchas horas además del alba.
Alba que a veces se me ocurre inmoral, amoral para ser más precisa...
Mi día empieza con el alba pero florece al atardecer... En el silencio de mi espacio me acurruco en el sillón preferido llevando un café bien caliente,
emprendo mis lecturas
el tiempo es mío
sueño mi mundo
respiro tu aire
volamos juntos
me brotan hojas
encuentro tu risa
y me lleno de vos.

Imagen: Jardín de nuenen en invierno de Vincent Van Gogh

sábado, 25 de junio de 2011

A raíz de la lluvia que envolvió a Manuel

.

Parecían veleros
que flotaban en el aire
y caían melodiosos
a la tierra
…………..
Ayer llovieron poemas en mi ciudad
Y un suicida traicionó a la muerte.

Manuel Ramos Martinez



Pasé la tarde mirando mis helechos, observando sus esporas, limpiando sus hojitas… Justo antes de terminar, me faltaría revisar una o dos hojas, hice un alto…
Ahí me enteré… Manuel decía que llovían poemas, y contaba que los soldados abandonaron las armas y habló de dulzura, de la luz de la luna…
Sentí mi alma henchida, levanté mis ojos… Vi esos veleritos de que hablaba Manuel, estaban en mi cielo… No eran pocos, se presentaron como una tormenta llena de gotas de poemas… Estiré la mano, atrapé uno, leí los primeros versos… Lo identifiqué… Eran de él, del Poeta del Pacífico, que por esas cosas de la vida está lejos de sus amadas alamedas… Pero está cerca cada vez que me nutre y me permite introducirme en su mundo… Entonces lo nombro, “El Poeta Chileno”… Pero está lejos… Ahí nomás, a un clic de computadora, cruzando el Atlántico y entrando en el interior de Europa…
Estaba comentando que en Buenos Aires, como en el centro de Europa, también llovían poemas. Sus Poemas.
Uno de ellos dio directamente en mi corazón y lo dejó perforado… Se lo hice saber… Lo que había sido una tormenta se transformó en un tornado… Mientras yo bailoteaba en sus exquisitos versos, los colores de sus pinturas rozaban mi piel dejando huellas que no borraría ni una zambullida en el lago más límpido y azul.
Es más, creo que de suceder la zambullida los poemas y los colores serían absorbidos por mi piel, llegarían a mis ríos subterráneos, circularían por las venas de mi mundo oxigenando cada célula, dándole sentido al palpitar de mis entrañas. Mi corazón se independizaría de mi mundo, herido de poemas y con nuevos bríos podría saltar al infinito. Desde allí observar la pobre vida terrenal de los encadenados sin sueños, de los que no pueden percibir que los poemas que él hace llover deben ser recogidos para el vuelo colectivo bregando por un mundo de luces donde el sol ilumine todos los rincones, donde los excluidos y la violencia sean sólo un mal recuerdo… Así, con la sensibilidad liberada podríamos relacionarnos con soltura, nos ataría los hilos de libertad, la única cadena sería la de sus letras, estaríamos salpicados con los colores del arcoíris...
Gracias Manuel

Pintura de la artista Silvia Zúniga.

jueves, 23 de junio de 2011

Ta Te Ti



Ta
Te amo
Te alcanzo
Te abrazo
Nos fundimos
somos dos
somos uno

Te
Te extraño
Te espero
Te encuentro
Sos dulce melodía
sonido, música...
Scarlatti, Vivaldi

Ti
Te imagino
Te invento
Te identifico
Estás ahí en la multitud
único entre miles...
Brillo de estrellas tu mirada.

En la espera infinita
del tórrido verano
te inhalo en el perfume
de mis rosas...
Siento por mi sangre
circular los helechos
y las esporas adheridas
a mis venas...
Es cuando respiro hechizada
las montañas...
Me zambullo en los misterios
de la vida...
Bebo el lago que se ofrece...
Observo como sube la luz
y se desmaya la luna...

Paso la noche
esperando las hadas
sentada en el patio
intentando encontrarte
en una hoja de papel
y un par de botones.

Imagen
: Mujer sentada 6
http://fondonegro1.blogspot.com/search/label/Mujeres%20sentadas
Fondonegro, Blog Personal De Manuel Martín Morgado

martes, 21 de junio de 2011

En el aire…

.
En las vigilias enloquecidas de los sueños tardíos te siento venir a mis brazos… Toco tus cabellos, me miro en tus ojos… Sonido intenso de música adolescente pasando en auto... “Cuando esté lejos sin pase para volver acá, esa noche te llamaré”… Tus manos de dedos finos acarician mi rostro... Freno apurado… La música estridente no permite que llegues a mi cuello… “Volverá, volverá la canción del cielo y en la gran fiesta de disfraz”… Mis cabellos salen al cruce, te enredas en ellos, jugueteas… ¿Quien perturba nuestro encuentro?... “Si dos más dos diera tres de seguro te calmaría un poco el stress”… Me abandono mansamente… Prefiero a León… Tal vez Fito… Seguro Spinetta… Permanezco inmóvil, suaves masajes en mi piel… Me relajo… Te abrazo… “Recuerdo cuando niño robaba mandarinas”… Esa sí… Es Víctor… No… No quiero… Tan pronto no… Despierto… Otra vez son las siete… Mis brazos cruzados sobre mi pecho… Te busco en la cama vacía...

Texto finalista en el Segundo Certamen de Prosa poética “Padua es una Rosa”
Imagen: dyogurin.blogspot.com

viernes, 17 de junio de 2011

Rosales y rosas blancas

Todo transcurrió en breves segundos, no más de diez…. Al menos eso creo…
Dejé el mate en la mesa del patio, esa blanca que está en el centro y tiene una sombrilla colorida... Me gusta el color blanco... Me gusta para todo, pintar paredes, ropa... Lo uso poco porque por mi espíritu plebeyo ando siempre tirada en la gramilla y eso de andar de blanco por el suelo...
Decía… Dejé el mate. En ese movimiento observé mi mano derecha -porque soy diestra- y la ví más pequeña. Soy de manos pequeñas pero estaba más pequeña todavía. Miré la izquierda... Mis ojos empezaron a bailotear… También se estaba minimizando… Como un juego de ping pong, mis ojos iban de una a otra… Era así... disminuían de tamaño… Miré las piernas, que son gorditas, estaban más delgadas y se estaban acortando…
Las proporciones... intactas…
Percibí el movimiento enloquecido de mis ojos saltando desde las piernas, de a una, a las manos, también de a una… En eso miré mis pies... Diminutos, casi como los de un bebé. Necesitaba un espejo pero no lo tenía. Me sentí pequeñísima, de tamaño insignificante cuando una brisa me dejó en el pimpollo del rosal, que es blanco… Seguro mi peso se correspondía a mi masa… Pude observar los pétalos inmensos, me introduje en ellos y sentí el abrigo de la primavera.
Mi cuerpo macroscópico envuelto en el perfume de la alfombra gigante iluminado por un blanco luna...

Me interesé por la luz y ví, en tamaño gigante, los ojos de la vaquita de San Antonio –los brasileños la llaman Esperanza. Ella me iluminaba de blanco cálido… En un suspiro me arrastró hasta otro pétalo, también iluminado, caí justo encima de un pulgón que me tomó entre sus antenas… Pude zafar y continué mi camino…
Porque yo caminé la parte interna del pimpollo de rosa blanco iluminado con el blanco cálido de la vaquita de San Antonio. Para recorrer el pétalo debí dar como mínimo cien pasos... Lo cuento para que tengan idea de mi tamaño... y seguía disminuyendo…
Un susurro imposible de identificar empezó a escucharse desde el exterior... En ese momento, un terrible viento, moviendo lagos y tirando bichos me empujó fuertemente contra el pétalo situado en el extremo opuesto... Que como era muy tierno, no lo pudo resistir y se partió...
Los sonidos se fueron aclarando, eran voces... voces de contenido indescifrable. Reconocí la tos de Diego… La voz de Salvi… Mis sobrinos...
Algo me decían...
Un sonido glutural salió de mi garganta:
- ¿Qué? Simmmmmmmmmmmmmmmm
- ¿Qué hacés en el suelo? Ese rosal tiene muchas espinas, te vas a pinchar, tené cuidado…
- Después jode con que se infecta…
- No…. No…. Estaba colocando un repelente de hormigas…
Les mentí y no di detalles... Porque ellos están tan ocupados que hay muchas cosas que les cuesta entender...


Imagen:
Mujer desnuda
Margarita Rosa Gómez Vélez

martes, 14 de junio de 2011

Mi ciudad

Elegantes vestidos en las marquesinas
pobres harapientos en sus calles.
Ciudad.
Enceguece con sus luces
Estremece con sus sombras
Contradictoria
Vestida color luz de sol.
Calor.
Frío intenso en los desclasados
durmiendo a la intemperie.
Dolor.
Vidrios polarizados en lujosos vehículos.
Ostentación.
Jóvenes tirando de carros desbordando cartones.
Supervivencia.
Restaurantes repletos de comensales.
Suntuosidad.
Niños de manitas sucias y mocos prontos.
Mortificación.
Mujer elegante de sonrisa amplia y dientes blancos.
Soberbia
Hombre desdentado revolviendo basura.
Dureza
Cantada por propios y ajenos
Llorada en su curvatura imposible.
Reina en las calles doradas
de las clases acomodadas.
Plebeya en su inmensidad
Buenos Aires
Ciudad
Contradictoria
Calor
Dolor
Ostentación
Supervivencia
Suntuosidad
Mortificación
Soberbia
Dureza
Cantada y llorada
Reina y Plebeya
Mirando las estrellas fugaces
desmayadas en el horizonte
del río color león,
en la agonía de mi silencio,
susurro los deseos…
renuevo mis votos…
porque me duele.
La sueño más humana...
y brindo por ella...

lunes, 13 de junio de 2011

Tan solo un cristal

Es de madrugada
Las palabras
se acercan despacito
se juntan, se enredan
forman un collar de perlas negras
me abrigan
me miro en el brillo de la luna
me toca el ala de un pájaro
y me elevo…

El gorrión me mira
En silencio converso
Me devuelve dulzores
Lo sigo en el vuelo
Gotas de rocío
como cristales celestes
se posan en su ala
Queda demorado… perplejo…
Siento el abismo desde mi pecho.

Gorrión,
tu trino sabe a miel
no te detengas
sostén mi lenguaje
no me abandones
mira tu entorno
continúa el vuelo.
¡Es sólo un cristal!
¡que no te detenga!
El horizonte es la meta
Sigue el delirio
no es desatino
La palabra es música
Tus acordes, el desafío.

Imagen:
http://www.mujerdeaire.com/2010/04/canela.html

viernes, 10 de junio de 2011

Momentos

En el instante que la luna cae rosada
y mi velero suelta amarras
el remanso de sus ojos
me lleva a la distancia.

Inviernos helados
cielo aprendiz.
Miradas cruzadas
ventanal que da al patio
momento fecundo
por vida añorado.
Sueños de girasoles
en la pampa desértica
cabeza en su hombro
suspendida
inconsciente…
Florece la rosa
sobre espinas tallada.
Horas de gloria
en el sencillo modo,
lago azulado
azar de la vida
añorar lo que nunca
jamás existió.

Envuelvo el momento
con moño de seda
siglos después…

Imagen:
: Campo de girasoles
Clara Bonhotzer

miércoles, 8 de junio de 2011

Habitante del mundo viviendo en sudamérica. Localizada en CABA.

Soy de Buenos Aires porque mi madre estaba instalada en Lanús en el momento de mi nacimiento. Sólo por eso.
Soy porteña por adopción. No hay ninguna diferencia entre un porteño y un bonaerense, usamos las mismas ropas, nos confundimos en librerías y bares. Tenemos la misma entonación... En fin, somos lo mismo...
Llevo más de la mitad de mi vida viviendo en lo que se llama “La Ciudad”... Acá empiezan mis reflexiones, me molesta el término “La Ciudad”...
Mi país tiene un sin fin de ciudades, por eso considero que decir “La Ciudad” es faltarle el respeto a las otras, tan dignas del patronímico como la mía.
No la elegí, se me dio de esa manera. La empecé a querer desde mi época universitaria, allá lejos... Cuando por circunstancias ajenas dejé “mi mundo” en la Universidad Nacional de La Plata... Alguna vez dije que “En La Plata se anticipó el infierno”... La UBA me acogió con cariño... Pasaríamos los mismos temas apenas un tiempo después...
¿A qué viene esta reflexión? Estoy harta de vivir un falso federalismo en los medios de comunicación y ¿por qué no? En los mismos habitantes.
Voy por partes...
Sucede que, en el día de hoy, no se le escapa a nadie que “La erupción del volcán Puyehue en Chile causó una nube de cenizas en la patagonia, donde cerraron aeropuertos y sus habitantes abandonaban sus casas por posibilidades de peligro de derrumbes” etc. etc... Además, hoy sabemos que la lluvia no trajo “tranquilidad” porque si bien, “el problema de las vías respiratorias se solucionaría”, deja al desnudo el problema de infraestructura... Se “tapan” los desagües, las cañerías, la vida está entre paréntesis ... El título de “La Nación” nos dice que
“Las cenizas afectan Buenos Aires y prevén que llegarán hoy a la Capital”
No sé si está claro qué es lo que me molesta.
En el egocentrismo de “La Ciudad” se destaca:
Primero “El volcán es chileno”, me quedo más tranquila, ya tengo a quien echarle la culpa y,
Segundo “cuán trágico puede ser que una nube llegue a CABA.”
¡Cómo se atreve esta nube! ¡Cómo va a venir acá! ¡Habrase visto la falta de respeto!

Por sentir vergüenza ajena es que quiero dar mis respetos a los damnificados por este fenómeno natural. Chilenos, argentinos...
¿Cuándo dejaremos de etiquetarnos por nacionalidades? Hay miles de hermanos que están sufriendo uno de los peores sufrimientos “su vida, sus casas, su entorno están afectados”...
Pienso que cuando sea realidad la aplicación de la “Ley de Medios” esta forma de informar va a cambiar... Por ahora, sólo puedo sentir vergüenza...

domingo, 5 de junio de 2011

De Mujeres, feminismo y femeneidad

Mucho se habla hoy en día del papel de la mujer en esta sociedad. Dejo constancia que no me siento cómoda cuando empiezo a leer sobre el tema.
Se me ocurre que, en muchos casos, toman a las mujeres como seres "dignos de estudio".
Es decir, me siento discriminada…
Me pasa lo mismo que con el “cupo femenino”, aunque en este caso intento entender eso de la discriminación positiva…
En realidad no me gusta para nada dividir a la sociedad en hombres y mujeres ya que considero que la lucha por un mundo mejor no tiene sexo. Es una lucha humana, de la sociedad entera. Es así que, lo dije más de una vez, tengo más cosas en común con un hombre de mi condición que con una mujer, digamos, perteneciente a la burguesía.

¿Cuál es el motivo por el cual todas las mujeres debemos tener los mismos intereses o intereses comunes? ¿Puedo tener algo en común con Amalita, Ernestina, Mirta, Susana o Elisa?
Sueño con un mundo donde estemos codo a codo, de la mano, todos los seres humanos luchando por la igualdad en las diferencias biológicas. Dije biológicas y no naturales ya que el naturalismo está muy cerca del liberalismo y se puede prestar a ensuciar mi opinión.
Las diferencias biológicas las exacerban desde “el poder” para dividir a la especie humana. Como si esto fuera poco, dividen al “grupo de estudio mujer” entre femeninas y feministas.
Simplificando. Nos hacen creer la existencia de dos tipos de mujeres si se quiere opuestos… antagónicos, para así construirlas según el “molde” requerido, las femeninas y las feministas.
Es así que para ser femeninas, debemos dar el perfil de adulta-niña, consumir productos llamados de belleza, determinado tipo de vestimenta y tener una voz dulce y “susurradora”. En cambio, las feministas son esas mujeres que andan por la vida de pantalones, a los gritos y reclamando tener "derechos de hombres".
En la sociedad patriarcal donde han crecido nuestras madres y/o abuelas, y muchas de nosotras, se celebra cada 8 de marzo “El día de la mujer”… Y, “la mujer” espera pasivamente ser agasajada porque nació hembra de la especie humana y es o será madre... Tal vez recuerden el origen de la “celebración”, es la anécdota para acreditar conocimientos...
Con esto, quiero decir que no soy ni femenina ni feminista.
Afortunadamente SOY MUJER, me gusta caminar la vida de la mano del hombre, creo en la especie humana y en su rica diversidad.
Por eso mi lucha es por Educación, Libertad y Justicia para el ser humano viviendo con derechos y obligaciones compartidos por todos los integrantes de la especie.


Imagen: Rebeka Elizegi
http://www.pikaramagazine.com/?p=2289

jueves, 2 de junio de 2011

Un día cualquiera

Salí caminando rumbo a ningún lado, respirando mi vida, buscando sentidos... Una figura desconocida pero íntimamente presentida dobló inesperadamente y asomó por la calle Baigorria por donde yo transitaba.
Con paso cansino se acercaba... Nos enfrentamos... Nos miramos... Al unísono gritamos nuestros nombres y nos fundimos en un abrazo intenso. En el mismo momento me acordé de otro abrazo. Ese, de aquel día... Ese que interrumpió Sergio cuando nos miró firme y siempre contundente

- Flacos, donde se come no se caga.
y nos miramos... y entendimos... y compartimos la lógica... En ese momento estábamos en otra.. sin apuros. El después nos esperaba, era nuestro, porque “Allende la cordillera regresa el sol y América es esta sangre por donde va la liberación”...
Habíamos compartido la tarde en “La Plaza”, me habías mirado, de una manera que se contorneó mi cuerpo, me sentí viva, me abrazaste y llegó Sergio…
Después, llenos de euforia resolvieron ir a Devoto...
- Si van me prendo, de ahí sigo para mi casa...
Otra Baigorria... inicio de mi vida... el mundo se me abría amplio... codo a codo con “mi gente”... madrugada, después de los festejos...
- Te acompaño, no vas a ir sola a esta hora.
Ahora, el saludo fue siguiendo la consigna impuesta “donde se come no se caga”. Un beso en la mejilla y “chau”.


En breves palabras nos contamos la vida, su exilio, el regreso, los hijos, los no nietos... La alegría inicial se fue transformando en nostalgia infinita... Nada más tuvimos para conversar... Sus ideas claras, las vi desteñidas... Sus ojos, otrora brillantes, opacos... El paso del tiempo aminoró su marcha, lo noté en el chau después de habernos cruzados los teléfonos... Sus pasos eran largos y firmes. Me volví para mirarlo, andaba lento, lo que había sido su espalda ancha y fuerte, sus brazos...

- No va más, me voy. Lo chuparon a Tato.

Me dio su libro de cabecera, “Las venas abiertas de América Latina” que pasó a ser mío... Una dedicatoria en la primera hoja leída más de mil veces... Lo habíamos comprado juntos en “Hernández”...

Veo tu cabeza gacha caminando en sentido contrario... pienso que la vida entera nos llevó a caminar en sentidos contrarios...
Por la forma que me miró el nene que arrastraba una pesada mochila, creo que grité:
- ¡La puta madre!... Hay personas con las cuales no tendríamos que volver a cruzarnos en nuestras vidas.

Tal vez vos te fuiste pensando lo mismo....
Hice un bollito con el papelito donde anotaste tu número de teléfono y lo tiré en el cesto de la esquina...

miércoles, 1 de junio de 2011

Observando

Para no caer en el abismo
me aferré a la cola de la cometa
Desde entonces, VIVA.
En el mismo plano de los pájaros
invadiendo sus sueños
pintando mi alma de colores intensos
sin necesidad de explicar
absolutamente nada.
Sin necesidad de saber
por qué no hay luna
entre tanta estrella.
Mirando en el cielo
los colores pasteles.
Embelesada
por las alianzas de las palomas.
Un giro
media vuelta
emprenden vuelo
esquivan la rama
desprenden la hoja
que cae lozana
se posan radiantes
acercan sus picos
comparten dulzuras...
Y yo,
desde mi altura
observando...

Imagen: Víctor Delfín (Perú, 1927)