viernes, 30 de marzo de 2012

Permanecer

Cierro lo ojos,
me relajo…
Otro mundo me atrapa
Paz.
Vida plena.
Hundo mis pies
en agua cristalina.
Se humedecen…
El agua juega con mis dedos,
le cambia las formas.
Los ondula.
Se retrae…
Veo un rojo.
Mi sangre…
Mi sangre es roja.
Jugueteo
Construyo
Permanezco en ese rojo,
me confundo con él.
Me abraza…
Abrasa mis pies...
El calor sube lentamente
por mis dedos…
No quiero que la realidad me toque.
Aprieto mis ojos.
No quiero mirar.
Percibo aromas…
Permanezco.
No distingo perfumes…
Sin embargo...
Veo...
Veo sin mirar...
Estás en las olas del mar.

07/01/12

lunes, 26 de marzo de 2012

Otoño en mi ciudad…

Otoño
Estación de colores…
Infinitos ocres invaden mi sangre…
Espero ansiosa tus hojas…
Deseo escucharlas crujir bajo mis pies
en el caminar sin rumbo.
O destrozarlas impiadosamente
en el trajinar continuo.
Otoño…
Cuando tus hojas crujen
el amor entra por mis poros,
sube despacito
se instala en mi médula
me susurra al oído
y veo la luna llena.
Otoño…
Cuando destrozo tus hojas,
esas que desprendiste con todo esmero,
descubro:
Al niño hambriento…
Al hombre-buey con su carro…
Al ciego intentando no caer en un bache
esquivando autos lujosos…
A mujeres de porcelana
en asientos de acompañantes…
A escuelas mal iluminadas…
Y las nubes,
nubes oscuras,
se depositan sobre mis hombros.
Con la luna llena,
con nubes negras,
con amor incierto,
con angustia plena,
en esta sociedad egoísta
y en algunos casos autista,
los colores del otoño me esperan…

23/03/2012
Imágenes:
Marina Amaya (Valencia, España 1972)
1. La brisa fresca de la mañana huele a mar y a ti.
2. Ojala volvamos a vernos

miércoles, 21 de marzo de 2012

Día de la memoria, verdad y justicia

Escrito el 24 de marzo de 2011
A Ale, Damián, Diego, Flavia, Leila, Lucía, Natalia, Ramiro, Valeria y tantos otros que me llevan y me traen por los caminos...

Les digo que sí, que es como dice León, “Todo está guardado en la memoria”...
Los caminos recorridos, los tropezones, las caídas, las alegrías, las guitarreadas, las risas de los amigos...
Cuando reíamos todos y Mary venía con sus scones recién hechos, todavía tibios y los mates iban y venían en esa carrera loca donde se confundían el dulce y el amargo…
♫♪♫ “Allende la Cordillera regresa el sol” ♫♫♪
Cantaba Juan... Lo seguíamos a coro...
♫♪♫ “América es esta sangre por donde va la liberación” ♫♪♫
Sí, “Todo está guardado en la memoria”... y, en un día como hoy, sale y estalla en el abrazo intenso con que nos saludamos al encontrarnos en la intersección de Cerrito y Bartolomé Mitre...
Otras caras, las mismas ansias, las mismas alegrías, otros mates. Los scones son reemplazados por churros comprados a una vendedora que “se hace el día”…
Las chicas no cocinan… No hace falta, hablan de igualdades… No cocina nadie…
Las consignas cambiaron… Los sentimientos no… Las palabras son otras… La emotividad, la misma…
♫♪♪♫ “Como a los nazis les va a pasar… ” ♫♪♫
Seguro los van a encontrar… Van a encontrar a aquellos que les cortaron las alas a otros cóndores, a sus padres, tíos, abuelos. Van a encontrar a aquellos que los privaron de una familia, que les arrebataron a los hermanos…
Un ligero aroma a scones comienza a invadir el aire… Los acordes de una guitarra estremece mi médula…
Me miran...
”PRESENTE”...
me sonrien...
“AHORA”...
Levantan sus ojos...
“Y SIEMPRE”...
Mary y Juan flotan en el aire... y la esperanza renace porque brotaron miles de Marys y Juanes en esta primavera...

La Memoria. León Gieco

viernes, 16 de marzo de 2012

En el patio

Noche de luna llena colgada del pino… Inmóvil
Sentada en el patio con mi jugo de pomelo, observando las infinitas estrellas, dejo pasar el tiempo…
Eso creo, pero no…
El tiempo me deja pasar a mí…
Adelante mujer, observá mis estrellas, jugá con ellas, construí figuras, navegá en mi azul infinito y regresá al más atrás…

Regreso despacito… Ahí están mis amigos, en la última mesa de la izquierda… Porque hasta en la mesa hay que ser claro, transparente… Nuestro reducto, La Paz…
Último pliegue del barquito de papel… Ese con el que me interné en los ríos del alma… Ese que eché en el mar de la mesa, sobre el azúcar derramado, y me sentí libre…
Libre de toda libertad…
Subí a él con el impulso infinito de los años verdes, de las certezas… De la confianza en el camino elegido…
Lo empecé a construir entre carcajadas, subiría por los ríos de América en mi papirola… No tenía bicicleta con motor pero tenía un barco gigante… Corté pequeños rectángulos de servilleta y escribí los nombres de quienes me acompañarían. En el dorso, escribí el motivo que me llevaba a elegirlos…
En un impulso frenético tomé uno de los nombres e hice un bollito…
Fue cuando el barquito tuvo su río… Caudaloso, río de montaña… Corrí al baño… Al cerrar la puerta me vi reflejada en el espejo y sentí el peso del mundo…
Tomé el bollito… Lo abrí… Besé con furia ese nombre y lo tiré al cesto en el preciso instante que entraba Silvia…
- ¿Qué te pasó Negra? Te estamos esperando…
Volví a la mesa, su mirada me quemaba…
- ¿Terminaste con los tripulantes de tu barco?...
Fue cuando volví a escribir el nombre y mentí al garabatear en el dorso, “Para que Silvia siga sonriendo”…

Nos robaron La Paz y con él nuestros juegos, nuestras discusiones, nuestras ilusiones, nuestros amigos…

Doce años después, en la histórica “Marcha Blanca”, encontré a Silvia… El abrazo interminable me indicó que, dentro nuestro, seguíamos siendo las mismas… Comenzamos a recorrer los años no compartidos…
Supe que lo de ella con Alberto duró menos que un café… Que en la noche oscura, él se exilió en México… Que se dedicó a la investigación y sigue trabajando en…
Fuimos a tomar un café… En la visita obligada al baño, no pude menos que mirar el espejo… Ahí, volví a ver la imagen congelada en el tiempo y sentí ternura por aquella mocosita…

Bebo un sorbo de pomelo… Miro el cielo… La luna abandonó el pino. ¿Viajará en un barquito de papel?

Imagen obtenida en la web

domingo, 11 de marzo de 2012

Trocito de vida

Lo conocía del barrio... A veces nos saludábamos...
Cuando comencé la escuela secundaria lo vi con más asiduidad... Hasta que la frecuencia se hizo diaria en esos viajes mañaneros que nos llevaban hacia nuestras escuelas.
Detecté que para poder recibir su sonrisa, debía estar en la parada del colectivo a las siete en punto. Ahí estaba, con mi delantal tableado y tiritando..…
Al comenzar segundo año conversábamos en los viajes. Le comenté de mis dificultades en francés y las posibilidades de un examen en diciembre. Te preparo, me dijo. Estaba cursando el quinto nivel en La Alianza Francesa…
Comencé a frecuentar su casa, mi materia lo exigía y la aprobé sin esfuerzos.
El año siguiente fue algo negativo... Cuando lo veía, transportaba pesados libros de Anatomía, de Fisiología… y yo con mi delantal tableado estudiaba la Anatomía de “dos Santos Lara”.
Poco conversábamos, demasiado poco…
Terminé el secundario y me inscribí en la Universidad Nacional de La Plata, me esperaban otros amigos... Su sonrisa siempre me perseguiría…
No pasó mucho tiempo cuando llamó a mi casa, había rendido la última materia y harían una fiesta... Quiero que vengas, sos mi invitada.
Estuvimos toda la noche de la mano… Cuando la tranquilidad lo dispuso, escuchamos un concierto para violonchelo de Vivaldi... Me acompañó a mi casa... Con nuestro único beso sellamos el próximo encuentro. Apenas solucione los problemas para la residencia vengo, me dijo.

Cuando volvió, trajo unos discos con conciertos de Vivaldi...
Yo estaba discutiendo en mi casa sobre el “Mayo Francés”, los pensamientos de Sartre y “Los condenados de la Tierra” con quienes serían mis compañeros de ruta...

Vivaldi fue siempre mi músico preferido... Si alguna vez la vida me cruzara con el dueño de “Gloria en Re mayor” o el “Concierto para mandolina”... Sé que, después de ascender al infinito y tocar el cielo de Antonio, podríamos decirnos chau y volver a vernos dentro de veinte años…

20-05-2010

lunes, 5 de marzo de 2012

Oda a la locura

Como insecto…
Como insecto minúsculo
en espacio siempre ajeno…
Veo los colores…
Colores…
Colores que no son míos…
Colores que tapan el horizonte…
Son cerros…
Cerros sedientos en verano.
Un pincel me atrapa…
Me arroja a un lago…
Lago de agua multicolor.
Quedo ahí,
boyando en la superficie…
Me envuelve un deseo
inconmensurable
de huir…
Huir al más allá…
Al más acá…
Huir.
Me hunde un rojo intenso.
Me absorbe un verde limón.
Cavo un túnel…
Un túnel en el agua…
Azul.
Encuentro el azul…
Cabalgo en él…
Zaino gaucho…
Me tomo de sus crines…
Crines azul cielo.
Me asciende…
Me eleva…
Me salva…
Descanso en la orilla…
En la orilla del espejo de agua…
Comienzo la ceremonia…
Ceremonia de idolatría…
Adorando los colores
adoro el universo.
Logro huir.
Huir hacia adentro…
Ya nadie captará mi esencia.
Al fin
libre.

07/01/12

Imagen 1
: Torbellino de colores. / Miguel Iturria Savón.
Imagen 2: Torbellino http://foro.artelista.com/torbellinos-i-t11440.html